jueves, 20 de diciembre de 2012

Dios con nosotros



Por: Keila María Rodríguez Solís

Texto: Isaías  7:14  Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí una virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.

Introducción

Os dará. Aquí el plural “os” se refiere a la casa de David y mediante ella a la nación entera y luego a toda la humanidad.

Emmanuel. Este nombre que significa “Dios con nosotros,” es otra indicación de la naturaleza extraordinaria de este suceso.
Comparto con ustedes la siguiente Ilustración

Una mujer lleva a su hija de 16 años de edad de visita al doctor. El médico dice: "Bien señora, ¿cuál es el problema?" La madre dice: "Es mi hija. A empezado a tener antojos, ha aumentando de peso, y se siente enferma casi todas las mañanas."

El médico le realiza algunos exámenes a la jovencita, vuelve con la madre y le dice:
 "Bueno, no sé cómo decirle esto, pero su hija está embarazada. Me parece que cerca de 4 meses, sería mi conjetura "La madre dice: "¿Embarazada? ¡No puede ser, ella nunca ha quedado a solas con un hombre!" La hija dice: "¡Lo que dice mi mamá es cierto! ¡Ni siquiera tengo novio!"

Entonces el médico se acerca a la ventana y pasa un rato mirando hacia el cielo. Hasta que finalmente dice la madre:"¿Hay algún problema afuera doctor?"


El médico le responde:
 "En realidad no, es sólo que la última vez que algo así ocurrió, apareció una estrella en el oriente, vinieron tres sabios desde lejanas tierras, apareció un coro de ángeles, en fin... ¡Sería una lástima perderme todo eso!" 


Verdad que es graciosa esta historia, pero hay una totalmente verdadera, registrada en la Sagradas Escrituras, Lucas la relata muy bien. Por favor veamos que:  

Desarrollo
I.              Jesús nació de una virgen sencilla

Cuando el ángel Gabriel se apareció a María para anunciarle que concebiría y daría a luz a Jesús, ella quedó perpleja (Lucas 1:34). Observe usted, como lo traducen las siguientes versiones:
Lucas 1:34  Entonces María preguntó al ángel:   --¿Cómo será esto?,  pues no conozco varón (VRV).

Lucas 1:34  — ¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen? (NVI).

Lucas 1:34  María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?" (Biblia El pueblo de Dios).

Lucas 1:34  María preguntó al ángel: ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre? (DHH).

Es interesante cómo estas versiones traducen la frase original para darnos un sentido más completo del acontecimiento. Las dos últimas versiones se aproximan más a nuestro tiempo, en la forma en cómo hablamos hoy, usted sabe muchas veces los rumores en el barrio, “sí, dicen que ya vive con fulano”, cuando nos damos al chisme sobre una determinada jovencita. Dice María, ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre? (DHH) o ¿Cómo podrá suceder esto  puesto que soy virgen? (NVI).

No obstante, la respuesta final de María expresó sumisión y heroísmo. Ella todavía no estaba casada, y el castigo para el adulterio era la muerte, de acuerdo a Deuteronomio 22:23-24, aunque no había evidencias de que este castigo se haya aplicado con frecuencia, la amenaza existía.

Cuando María vio la voluntad de Dios, la aceptó sin considerar las posibles consecuencias. Jesús, Dios hecho hombre, venía a este mundo ya que María, la virgen, concibió del Espíritu Santo, así lo expresa Mateo 1:18:

“El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo”.

Todos los cristianos sabemos y creemos esto. María fue una mujer piadosa, humilde, conocedora de las Escrituras, llena de fe, escogida por Dios, como hemos dicho, para llevar en su seno al Redentor del mundo. Mujer de obediencia, ejemplo e inspiración para todos nosotros los que amamos al Señor.
María no fue la única "bendita entre las mujeres", hubo otra mujer de Israel "bendita entre las mujeres" en la Biblia también. Fue Jael, y fue bendita entre las mujeres porque también obedeció a Dios de una forma muy especial.

Leemos así en el libro de los Jueces: "Bendita sea entre las mujeres Jael, mujer de Heber ceneo; sobre las mujeres bendita sea en la tienda" (Jueces 5: 24). Jael fue bendita por un acto patriótico a favor de los israelitas, es Débora quien dice “Bendita sea entre las mujeres Jael”, esta mujer dio muerte a un enemigo grande del pueblo de Israel. Sin embargo, María fue el vaso escogido por Dios para traer al mundo a Jesús, nuestro Salvador y Señor, por eso María es bendita entre todas las mujeres, amamos a María.

II.            Jesús nació en un pueblito

Jesús nació en un pueblito de un país muy chiquito, la tierra de Palestina donde nació nuestro maestro es de solo 16 mil km2, imagínese, solo el lago de Nicaragua mide aproximadamente 9 mil km2. Por eso el profeta Miqueas, con sobrada razón dice “Pero tú,  Belén Efrata, tan pequeña entre las familias de Judá”. Un pueblito del que nadie pudiera creer que de ahí se levantaría alguien importante. Belén pertenecía a la tribu de Judá, pero en esa tribu también estaba Jerusalén, pero Dios no elogió lo glamuroso y suntuoso de aquella ciudad, sino lo humilde y lo sencillo de Belén.

Es que Belén representa un significado histórico, fue en ese pueblito donde Jacob enterró a su amada Raquel (madre de José y Benjamín). Belén es la ciudad que Ruth la moabita decidió hacer suya, cuando le dijo a Noemí, “tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios”. Recuerde Dios le dijo a Abraham, al que te bendijere bendeciré, ahí estaba una mujer joven con mucha energía para bendecir a la simiente de Abraham, esto Dios lo vio con buenos ojos y decidió bendecir a Ruth, esta mujer se casó con uno de los nobles de Belén y dio a luz a Obed, padre de Isaí y abuelo del gran Rey David. Fue ese lugar donde nació un gran rey conforme al corazón de Dios.  

Es ese Belén de calles polvorientas, de gente de campo y dedicados a la crianza de ganado donde Dios decide manifestarse, dejando así su trono de gloría y de Ángeles, Arcángeles y Serafines que le servían, para habitar entre nosotros, ser el Enmanuel, Dios con nosotros. De un trono inmarcesible en el cielo a un pesebre, de su palacio de majestad a un establo, de ser hijo de Dios a ser hijo de un carpintero. Cuanto amor por la humanidad, que grande dicha nos ha dado el Padre de estar  con nosotros a través de su hijo Jesús.          

III.            Jesús quiere nacer en un nuevo Belén

Jesús nació en Belén hace dos mil años, y a partir de ahí, la humanidad no puede ser ya igual. El nacimiento de Jesús ha determinado el rumbo de la historia, hoy los años están definidos en antes y después de Cristo. Esto muestra que Jesús es el centro de la historia misma aunque nos les guste a los que no creen en su nombre.

El evangelio de Jesús se ha predicado por naciones grandes y pequeñas, el evangelio ha inundado a ciudades enteras, ha entrado por puertas chicas y grandes en los cinco continentes.
Feliz Navidad porque nuestro Dios ha enviado a Su Hijo que se ha hecho hombre y ha venido de Su Reino eterno a nuestro mundo finito. ...Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz... Isaías 9:6.

Del mismo modo que en Isaías, en Mateo leemos cómo el ángel instruye a José a llamar al niño "Emanuel", un nombre que significa "Dios con nosotros", la salvación de Dios entre nosotros. El cristiano, simbólicamente en su corazón e íntimamente en su oración con Dios, también debe ir al Belén a inscribirse espiritualmente, recibir a Cristo en su alma, nacer de nuevo del Espíritu. Él es el verdadero Mesías, tanto de Israel como de los Gentiles, o dicho de otro modo, el Salvador de judíos y de no Judíos.

El trabajo de Jesús estuvo centrado en un pueblo de 16 mil km2, pero sus mensajes, enseñanzas y la historia de su vida, han recorrido el mundo entero. Sólo Nicaragua tiene 130,000 km2, Honduras tiene 112, 492 km2, Costa Rica tiene 51, 000 km2, y en todos estos territorios el evangelio se ha expandido gracias a que el Salvador vino a morar entre nosotros, vino a darnos vida, a darnos perdón, a darnos paz, pero sobre todo la salvación eterna si le aceptamos como nuestro fiel Salvador.  

Conclusión

La Navidad es más que regalos, ropa nueva, comida especial, borracheras, etc., la Navidad es símbolo del mejor regalo que Dios le ha dado a la humanidad a través del nacimiento de su Hijo Jesucristo, Emmanuel, y nosotros no podemos perder de vista ese verdadero significado.
Si bien es cierto, Jesús a llegado a grandes naciones y a la pequeñas también, Dios en ésta ocasión de navidad quiere llegar a un territorio que sólo mide 12 cm de largo por 8 cm de ancho, es un terreno del tamaño de un puño de la mano, está ubicado en el pecho del ser humano, Jesús quiere habitar en tu corazón, debemos abrirle la puerta de nuestros corazones para que more en nosotros y nos acompañe hasta el último día de nuestras vidas. Ese es el Belén en que ansía nacer, déjalo entrar y serás un hombre y una mujer bienaventurado. 
Dios les bendiga.