Por: Keila María Rodríguez Solís
Texto: Isaías 7:14 Por
tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí una virgen concebirá, y dará a luz
un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.
Introducción
Os dará. Aquí el
plural “os” se refiere a la casa de David y mediante ella a la nación entera y
luego a toda la humanidad.
Emmanuel. Este nombre que significa “Dios con nosotros,” es otra indicación de la
naturaleza extraordinaria de este suceso.
Comparto con ustedes la siguiente Ilustración
Una
mujer lleva a su hija de 16 años de edad de visita al doctor. El médico dice: "Bien señora, ¿cuál es el problema?" La
madre dice: "Es
mi hija. A empezado a tener antojos, ha aumentando de peso, y se siente enferma
casi todas las mañanas."
El médico le realiza algunos exámenes a la jovencita, vuelve con la madre y le
dice: "Bueno, no sé cómo decirle esto, pero su hija
está embarazada. Me parece que cerca de 4 meses, sería mi conjetura "La madre dice: "¿Embarazada?
¡No puede ser, ella nunca ha quedado a solas con un hombre!" La hija dice: "¡Lo que dice mi mamá es cierto! ¡Ni siquiera
tengo novio!"
Entonces el médico se acerca a la ventana y pasa un rato mirando hacia el
cielo. Hasta que finalmente dice la madre:"¿Hay algún problema afuera
doctor?"
El médico le responde: "En
realidad no, es sólo que la última vez que algo así ocurrió, apareció una
estrella en el oriente, vinieron tres sabios desde lejanas tierras, apareció un
coro de ángeles, en fin... ¡Sería
una lástima perderme todo eso!"
Verdad que es graciosa esta historia, pero
hay una totalmente verdadera, registrada en la Sagradas Escrituras, Lucas la
relata muy bien. Por favor veamos que:
Desarrollo
I.
Jesús nació de una virgen sencilla
Cuando el ángel Gabriel se apareció a María
para anunciarle que concebiría y daría a luz a Jesús, ella quedó perpleja
(Lucas 1:34). Observe usted, como lo traducen las siguientes versiones:
Lucas 1:34 Entonces
María preguntó al ángel: --¿Cómo será
esto?, pues no conozco varón (VRV).
Lucas 1:34 — ¿Cómo
podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen? (NVI).
Lucas 1:34 María
dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún
hombre?" (Biblia El pueblo de Dios).
Lucas 1:34 María
preguntó al ángel: ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
(DHH).
Es interesante cómo estas versiones traducen
la frase original para darnos un sentido más completo del acontecimiento. Las
dos últimas versiones se aproximan más a nuestro tiempo, en la forma en cómo
hablamos hoy, usted sabe muchas veces los rumores en el barrio, “sí, dicen que ya vive con fulano”,
cuando nos damos al chisme sobre una determinada jovencita. Dice María, ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún
hombre? (DHH) o ¿Cómo podrá suceder
esto puesto que soy virgen? (NVI).
No obstante, la respuesta final de María
expresó sumisión y heroísmo. Ella todavía no estaba casada, y el castigo para
el adulterio era la muerte, de acuerdo a Deuteronomio 22:23-24, aunque no había
evidencias de que este castigo se haya aplicado con frecuencia, la amenaza
existía.
Cuando María vio la voluntad de Dios, la
aceptó sin considerar las posibles consecuencias. Jesús, Dios hecho hombre,
venía a este mundo ya que María, la virgen, concibió del Espíritu Santo, así lo
expresa Mateo 1:18:
“El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre,
María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de unirse a él,
resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo”.
Todos los cristianos sabemos y creemos esto.
María fue una mujer piadosa, humilde, conocedora de las Escrituras, llena de
fe, escogida por Dios, como hemos dicho, para llevar en su seno al Redentor del
mundo. Mujer de obediencia, ejemplo e inspiración para todos nosotros
los que amamos al Señor.
María no fue la única "bendita entre las mujeres", hubo otra mujer de Israel "bendita entre las mujeres" en
la Biblia también. Fue Jael, y fue bendita entre las mujeres porque
también obedeció a Dios de una forma muy especial.
Leemos así en el libro de los Jueces: "Bendita sea entre las mujeres
Jael, mujer de Heber ceneo; sobre las mujeres bendita sea en la tienda"
(Jueces 5: 24). Jael fue bendita por
un acto patriótico a favor de los israelitas, es Débora quien dice “Bendita sea entre las mujeres Jael”, esta
mujer dio muerte a un enemigo grande del pueblo de Israel. Sin embargo, María fue
el vaso escogido por Dios para traer al mundo a Jesús, nuestro Salvador y Señor,
por eso María es bendita entre todas las mujeres, amamos a María.
II.
Jesús nació en un pueblito
Jesús nació en un pueblito de un país muy
chiquito, la tierra de Palestina donde nació nuestro maestro es de solo 16 mil
km2, imagínese, solo el lago de Nicaragua mide aproximadamente 9 mil
km2. Por eso el profeta Miqueas, con sobrada razón dice “Pero tú, Belén
Efrata, tan pequeña entre las familias de Judá”. Un pueblito del
que nadie pudiera creer que de ahí se levantaría alguien importante. Belén
pertenecía a la tribu de Judá, pero en esa tribu también estaba Jerusalén, pero
Dios no elogió lo glamuroso y suntuoso de aquella ciudad, sino lo humilde y lo
sencillo de Belén.
Es que Belén representa un significado
histórico, fue en ese pueblito donde Jacob enterró a su amada Raquel (madre de
José y Benjamín). Belén es la ciudad que Ruth la moabita decidió hacer suya,
cuando le dijo a Noemí, “tu pueblo será
mi pueblo y tu Dios será mi Dios”. Recuerde Dios le dijo a Abraham, al que
te bendijere bendeciré, ahí estaba una mujer joven con mucha energía para
bendecir a la simiente de Abraham, esto Dios lo vio con buenos ojos y decidió
bendecir a Ruth, esta mujer se casó con uno de los nobles de Belén y dio a luz
a Obed, padre de Isaí y abuelo del gran Rey David. Fue ese lugar donde nació un
gran rey conforme al corazón de Dios.
Es ese Belén de calles polvorientas, de
gente de campo y dedicados a la crianza de ganado donde Dios decide
manifestarse, dejando así su trono de gloría y de Ángeles, Arcángeles y
Serafines que le servían, para habitar entre nosotros, ser el Enmanuel, Dios con nosotros. De un trono
inmarcesible en el cielo a un pesebre, de su palacio de majestad a un establo,
de ser hijo de Dios a ser hijo de un carpintero. Cuanto amor por la humanidad,
que grande dicha nos ha dado el Padre de estar con nosotros a través de su hijo Jesús.
III.
Jesús
quiere nacer en un nuevo Belén
Jesús nació en Belén hace dos mil años, y a
partir de ahí, la humanidad no puede ser ya igual. El nacimiento de Jesús ha
determinado el rumbo de la historia, hoy los años están definidos en antes y
después de Cristo. Esto muestra que Jesús es el centro de la historia misma
aunque nos les guste a los que no creen en su nombre.
El evangelio de Jesús se ha predicado por
naciones grandes y pequeñas, el evangelio ha inundado a ciudades enteras, ha
entrado por puertas chicas y grandes en los cinco continentes.
Feliz Navidad porque nuestro Dios ha enviado a Su
Hijo que se ha hecho hombre y ha venido de Su Reino eterno a nuestro mundo
finito. ...Porque un niño nos
es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro, y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz... Isaías
9:6.
Del
mismo modo que en Isaías, en Mateo leemos cómo el ángel instruye a José a
llamar al niño "Emanuel", un nombre que significa "Dios con
nosotros", la salvación de Dios entre nosotros. El
cristiano, simbólicamente en su corazón e íntimamente en su oración con Dios,
también debe ir al Belén a inscribirse espiritualmente, recibir a Cristo en su
alma, nacer de nuevo del Espíritu. Él es el verdadero Mesías, tanto de Israel
como de los Gentiles, o dicho de otro modo, el Salvador de judíos y de no
Judíos.
El
trabajo de Jesús estuvo centrado en un pueblo de 16 mil km2, pero
sus mensajes, enseñanzas y la historia de su vida, han recorrido el mundo
entero. Sólo
Nicaragua tiene 130,000 km2, Honduras tiene 112, 492 km2,
Costa Rica tiene 51, 000 km2, y en todos estos territorios el
evangelio se ha expandido gracias a que el Salvador vino a morar entre
nosotros, vino a darnos vida, a darnos perdón, a darnos paz, pero sobre todo la
salvación eterna si le aceptamos como nuestro fiel Salvador.
Conclusión
La Navidad es más que regalos, ropa nueva,
comida especial, borracheras, etc., la Navidad es símbolo del mejor regalo que
Dios le ha dado a la humanidad a través del nacimiento de su Hijo Jesucristo,
Emmanuel, y nosotros no podemos perder de vista ese verdadero significado.
Si bien es cierto, Jesús a llegado a grandes
naciones y a la pequeñas también, Dios en ésta ocasión de navidad quiere llegar
a un territorio que sólo mide 12 cm de largo por 8 cm de ancho, es un terreno
del tamaño de un puño de la mano, está ubicado en el pecho del ser humano,
Jesús quiere habitar en tu corazón, debemos abrirle la puerta de nuestros
corazones para que more en nosotros y nos acompañe hasta el último día de
nuestras vidas. Ese es el Belén en que ansía nacer, déjalo entrar y serás un
hombre y una mujer bienaventurado.
Dios les bendiga.